En el marco de la COP 16 de Biodiversidad, celebrada en Cali, Colombia fue anunciada como miembro número 153 del Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).

Este acuerdo busca tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria mediante la conservación, el intercambio y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos del mundo.

El anuncio se hizo durante el foro ‘TIRFAA, una herramienta para avanzar en la implementación de los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica’, moderado por Carolina González, jefe del Departamento de Agrobiodiversidad de Agrosavia, y con la participación de Kent Nnadozie, secretario del Tratado Internacional de Recursos Genéticos de la FAO; Roger Becerra, especialista en Recursos Genéticos en INIA (Instituto Nacional de Innovación Agraria de Perú); Carolina Navarrete Frías, asesora senior en Política Ambiental y Biodiversidad de la Alianza de Bioversity y el CIAT, y Mauricio Parra, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia.

Para la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, “reafirmar la adhesión al TIRFAA significa para Colombia consolidar la Reforma Agraria, porque no solo se trata de distribuir la tierra de manera equitativa y justa, sino de distribuir ese recurso valioso de la semilla. Nuestros campesinos y campesinas y las poblaciones étnicas conocen el valor de la semilla, y por eso han sabido conservarlas y darles un uso sostenible”.

Por su parte, Kent Nnadozie señaló que con esto “Colombia fortalece su compromiso internacional con la conservación de la biodiversidad y puede implementar un nuevo marco político y legal para utilizar de manera sostenible los recursos genéticos de los cultivos que forman la base de la canasta familiar mundial, y que son indispensables para lograr la seguridad alimentaria mundial y la resiliencia climática”.

Nuevas oportunidades de cooperación

La adhesión de Colombia al TIRFAA permitirá contar con un acceso preferente a variedades de semillas de los países adscritos al tratado, posibilitando la cooperación e intercambio entre las naciones con diversos contextos ambientales, para el desarrollo de variedades adaptadas a las condiciones locales.

La cooperación e intercambio facilitado, promovido por el tratado, cobran aún más importancia cuando se enfrentan retos como la desnutrición, el cambio y la variabilidad climática, baja productividad, plagas o enfermedades y altos costos de producción.

De igual forma, el tratado fomenta el desarrollo de la economía campesina y familiar, promoviendo la investigación colaborativa entre las comunidades indígenas y centros de investigación.

Colombia podría recibir recursos del Fondo de Distribución de Beneficios, y participar en los programas de transferencia de tecnología y fortalecimiento de capacidades mediante proyectos de alto impacto en comunidades agrícolas, lo que se podría traducir en mejora de cultivos y, en consecuencia, más seguridad alimentaria y rentabilidad.

“No solo se trata de distribuir la tierra de manera equitativa, sino también de asegurar un acceso justo a las semillas. Nuestros campesinos y comunidades indígenas conocen el valor de este recurso y han sabido conservarlo”, afirmó Carvajalino.

Acerca del TIRFAA

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria mediante la conservación, el intercambio y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos del mundo. También garantiza la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su uso, en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Bahrein se unió al CDB en 1996 y, en 2024, a su Protocolo de Nagoya sobre Acceso y Participación en los beneficios.

Más información del tratado puede ser consultada en la página oficial de la FAO, aquí

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